Es muy probable que, como la mayoría de las personas, hayas crecido escuchando que los lácteos son esenciales para tener huesos sanos y fuertes, ya que son altos en vitamina D y calcio.

Esta creencia ha sido transmitida de generación en generación, respaldada por las mejores intenciones de nuestros padres y abuelos. Sin embargo, la percepción y la experiencia con los lácteos en tiempos antiguos eran muy diferentes a las de hoy. En este artículo, exploraremos por qué los lácteos modernos no son tan beneficiosos para nuestra salud como se pensaba.

La Diferencia entre los Lácteos de Antes y los de Ahora

Hace mucho tiempo, las personas vivían en granjas y tenían acceso a sus propias vacas, las cuales pasaban la mayor parte del día comiendo pasto y descansando al sol. No se utilizaban antibióticos ni pesticidas tóxicos en sus alimentos, y la producción no era masiva, por lo que las vacas no sufrían de mastitis comúnmente. La leche era fresca y natural, con menos riesgo de contaminación.

En contraste, las vacas en la producción moderna son alimentadas con soya, llena de pesticidas, y se les administran antibióticos para prevenir enfermedades. Los equipos de ordeño industriales suelen lecionar las ubres de las vacas generando infecciones, y el pus que se produce puede pasar a la leche. La FDA permite hasta 400,000 células somáticas de pus por litro de leche, lo que ya es preocupante para nuestra salud.

La Caseína y su Relación con el Cáncer

La caseína es la principal proteína en los productos lácteos y se ha probado que es un carcinógeno químico, es decir, puede causar cáncer. El Dr. Thomas Colin Campbell, un bioquímico de la Universidad de Cornell, ha estudiado durante más de 30 años el efecto de la caseína en la salud. Sus investigaciones encontraron que la caseína es un poderoso promotor del cáncer, aumentando la reproducción de células cancerígenas en ratas cuando se incrementaba su consumo y deteniéndose al reducirlo.

Este efecto se debe a la producción de hormonas de crecimiento y a la elevación de la carga ácida corporal, creando una acidosis metabólica. En contraste, la proteína proveniente del trigo no estimuló el crecimiento del cáncer.

Descubre por qué los lácteos modernos pueden ser perjudiciales para tu salud y explora alternativas vegetales.

Otros Problemas de los Lácteos Modernos

Además de la caseína, los productos lácteos modernos contienen trazas de varias drogas, incluyendo antibióticos, antifúngicos, hormonas y antiinflamatorios. Las vacas no producen vitamina B12; esta solía estar presente en su organismo porque consumían pasto con B12 de la tierra. Ahora, se les da suplementos de B12.

La pasteurización de la leche destruye las enzimas naturales, dificultando su digestión. La leche deslactosada carece de vitaminas esenciales que se encuentran en la grasa de la leche, como la vitamina A y D. La homogenización altera la estructura de la leche, haciendo que muchas personas desarrollen alergias.

Impacto en la Salud Humana

El consumo de lácteos también se asocia con problemas como acné, inflamación y desbalances hormonales. Las vacas viven en condiciones extremas, lo que afecta la calidad de la leche que producen y, en última instancia, nuestra salud.

Alternativas Saludables a los Lácteos

Afortunadamente, existen muchas alternativas vegetales a los lácteos que pueden beneficiarte y mejorar tu calidad de vida. Algunas opciones populares incluyen la leche de soya y la leche de almendra. Puedes experimentar hasta encontrar la que más te guste o incluso preparar tus propias versiones caseras, con este Ebook: Leches Vegetales Nutritivas.

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Nos encantaría escuchar tus comentarios y experiencias con alternativas a los lácteos. ¡Nos vemos pronto con más información para ayudarte a vivir una vida más saludable!

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Bibliografía

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